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Cualquier dmedallaseportista olímpico sueña con volver a casa, tras la dura competición, portando una reluciente medalla al cuello… Por todos es conocido el (últimamente no tan prolijo, cierto) gesto del gran Rafa Nadal “hincando el diente” a todos y cada uno de los trofeos que tan heroicamente nos ha brindado… Incluso servidor recuerda tardes de haber terminado, no sin considerable esfuerzo, tediosos deberes de Matemáticas en virtud de las natillas que mi madre prometía servir para el postre si cumplía con mi parte del trato…

Por tanto…

– ¿Es algo nuevo esto de la “gamificación”? Claro que no…

– ¿Enriquece tu propuesta instruccional la incorporación de un componente de “gamificación” bien integrado? No lo dudes un sólo momento, porque además será divertido…

Déjame compartir contigo 6 razones:

  1. Proporcionas un feedback directo y “espontáneo”: el usuario recibe información útil acerca de su progreso y lcomprensión de los contenidos que está trabajando, incluyendo orientación sobre los aspectos a los que debe dedicar un mayor esfuerzo.
  2. Optimizas un cambio deseado en el comportamiento: puedes reforzar la aparición de determinadas actitudes y motivaciones, relacionadas con los contenidos que propones, si los unes a la “promesa” de obtener puntos, insignias, tickets para canjear, etc. Por ejemplo… ¡un día adicional de vacaciones!… ¿quien se resiste a eso?
  3. Podrás incluir su aplicación en una amplia mayoría de escenarios/prioridades formativas: cursos de certificación, orientados a prestar un soporte técnico de calidad, al desarrollo actitudinal… La gran mayoría de contenidos resulta compatible (y recomendable) con la incorporación de un componente de “gamificación”.
  4. Generas impacto positivo en los resultados de aprendizaje: los estudios realizados siempre sugieren que la inclusión de “recompensas” en tu propuesta de contenidos mejora la percepción que los usuarios de la misma tienen en relacion con los conocimientos que han adquirido.
  5. Proporcionas una mejor experiencia de aprendizaje: en línea con lo anterior, la “gamificación” brinda al estudiante la posibilidad de establecer una relación mas estrecha con los contenidos que está trabajando.
  6. Facilitas un “margen de error” al alumno: no siempre tienes por qué basar tu programa de “gamificación” en la obtención de recompensas. También puedes proponerlo como un sistema que penaliza el no alcanzar los objetivos propuestos. Algo similar a las “vidas” con que cuenta el protagonista de tu videojuego favorita cuando comienza su aventura…

Estas son algunas de las razones por las que en Talenttools hace tiempo que apostamos por incluir atractivas dinámicas de “gamificación” en nuestra propuesta de contenidos. Sólo queda invitarte a contactar con nosotros, ¡y que puedas “hincar el diente” a nuestro catálogo!